

Los Jameos del Agua
Los Jameos del Agua es un espacio natural, un centro de arte, cultura y turismo localizado en el municipio de Haría, en el norte de la isla de Lanzarote (Canarias, España) las primeras visitas al público fueron en 1968, aunque su inauguración oficial llegó casi una década más tarde en 1977.
Este espectacular espacio fue ideado por el artista lanzaroteño César Manrique. Quien supo imaginar y transformar lo que fue el desplome del techo de un tubo volcánico por el que fluyó la lava procedente del volcán de la Corona, en un espacio único en el mundo. Fue la primera atracción arquitectónica diseñada por él y es el reflejo de uno de sus pilares creativos: la armonía entre la naturaleza y la creación artística.
Gracias a su visión y talento logró dar forma a un lugar en el que reinan armonía, belleza y paz. Blanco, azul, verde y negro, los colores que el artista regaló a su isla, se entremezclan a lo largo de un recorrido singular y de extraordinaria belleza, que lleva a soñar e imaginar.
El recorrido de este fantástico lugar discurre a través de varios tubos volcánicos. Está formado por tres “jameos” el de la entrada se le llama Jameo Chico, subiendo por una escalera serpenteada a la siguiente burbuja volcánica, el Jameo Grande, dónde se encuentra un precioso y exótico jardín y una gran piscina; y por último el Jameo de la Cazuela. En el interior se encuentra un original Auditorio, único en el mundo por sus características geológicas y condiciones acústicas, ya que se fusiona con el basalto de la cueva.
La palabra “jameo” es de origen aborigen y significa un agujero que se produce como consecuencia del hundimiento del techo de un tubo volcánico. El túnel dónde se encuentra los Jameos del Agua y la Cueva de Los Verdes tiene una longitud de 6 km, de los cuales se estima que 1,5 km están bajo la superficie marina. Este último tramo es llamado de Túnel de la Atlántida.
Dentro de este increíble lugar, existe una especie de cangrejo única y endémica. Los cangrejos ciegos (Munidopsis Polimorpha), albinos y muy sensibles a la luz y al ruido, mecidos continuamente por las pleamares y bajamares de la laguna de agua de mar que se encuentra en el interior.
Cueva Los Verdes
Hay pocos lugares que concentren tantos puntos de interés para el patrimonio cultural y natural de Lanzarote como la Cueva de los Verdes, una gruta de aura mitológica, cargada de leyenda y llena de características paisajísticas de extraordinaria belleza y singularidad.
Formada a raíz de la actividad eruptiva del Volcán de la Corona, es una de las maravillas más sorprendentes que esconden las entrañas de Lanzarote. Esta cueva era utilizada como escondite de la población frente a los ataques e invasiones de los corsarios procedentes del norte de África durante los siglos XVI y XVII. La cueva según la leyenda recibe su nombre por unos pastores de apellido Verdes que vivieron allí por el siglo XVIII.
Este santuario natural de origen volcánico se ha convertido en foco de atracción para miles de visitantes que anhelan descubrir su secreto. Se diseñó de tal forma, que el juego de luz y sombra extraen la luminosidad de la piedra y realzar las formas caprichosas que la lava fue dejando atrás en su devastador camino. La cueva está llena de sorpresas, una vez empieces con la visita guiada, acompañada con agradable música ambiental, podrá encontrar formas curiosas y fantásticas, además de la espectacular combinación de colores del tubo volcánico.
La gama cromática de ocres, grises, negros y rojizos reinan en este paraíso de la oscuridad y se mimetizan por el efecto de la luz para dibujar grotescos paisajes y espectaculares estructuras rocosas que sorprenden al visitante.
Sin duda estos dos sitios son una visita obligada si visitas Lanzarote. No puedes perderte estas dos maravillas de la naturaleza, adecuadas por la mano del hombre con muchísimo cuidado.